¡Oh amado Espíritu Santo! Hermoso consolador, tú qué me redarguyes siempre que tomo una mala decisión, o cometo una acción que no le agrada al Señor , tu que te entristeces cada vez que me desvío del camino correcto, que escuchas mis peticiones e intercedes por ellas ante el Padre, te doy gracias por tanto.
El día de hoy levanto este clamor ante tu presencia para pedirte que me concedas el regalo de la fortaleza, de esperanza para continuar esforzándome para lograr los objetivos y ayudar a las personas que me importan, y a todo al que le pueda echar una mano, dale fuerzas a mi alma para que las dificultades del día a día no me supongan un problema. Dios dice en su palabra que para el que cree en él todo le es posible, yo lo creo y sé que bajo su bendición lograré todo lo que me proponga.
Líbrame de la tormenta, de la persecución, de las cadenas de la avaricia, la envidia y el miedo, ayúdame a mantenerme firme en medio de la debilidad espiritual, concederme tus dones y frutos, en especial el don de la sabiduría, así como le diste a Salomón, necesito de ella en este momento, para tomar mejores decisiones y poder ayudar al próximo. Para distinguir las malas intenciones y las personas que quieran hacerme daño, a mí y a mis seres queridos.
Ayúdame a ser un símbolo de bondad y amor, a seguir los pasos del maestro sin importar cuáles sean los obstáculos, ayúdame a distinguir la verdad de las mentiras, la paz de la guerra mental y a las personas que me ayudarán a fortalecer mi fe. Amado espíritu, necesito que me concedas el don de la comprensión, quiero entender todo lo que suceda a mi alrededor, a las personas que amo e incluso entenderme a mi mismo.
Comprender tu palabra y los consejos que me das cada día a través de ella, eso me llevará a entender la voluntad que el padre celestial tiene para mí vida, quiero entender a mi prójimo con amor y respetar tus estatutos.
Glorioso consejero, permíteme tener tu don del consejo, para poder ayudar a otros, quiero echarle una mano a los demás con sus necesidades y problemas, con tu ayuda se que podré hacerlo, transmitiré tu voluntad y amor misericordioso a las personas que quizás aún no conocen tus maravillas.
Espíritu Santo, consolador de los angustiados, líbrame de todo mal. Amén.
¿Cómo rezar al Espíritu Santo?

Para rezar al Espíritu Santo, primero es necesario que lo invoques, para ello necesitas tener una buena comunión con él y con nuestro Señor Dios. Antes de rezar medita un poco en tu comportamiento hasta ese momento, lo que has hecho bien y en qué te has equivocado, si llegas a la conclusión de que has tenido muchas fallas lo más sensato será pedirle perdón al Señor.
Después de que te hayas reconociliado y tus pecados hayan sido perdonados podrás presentarte delante de Dios con un corazon obediente que entiende que lo más importante es estar bien con los mandatos celestiales. De esta manera tu oración será bien recibida por el trono del Todopoderoso, también es importante mantener tu fe y la esperanza de que tus peticiones serán concedidas.
No debes desesperarte si notas que el Espíritu Santo está tardando un poco en darte una respuesta, lo mejor es recordar que el tiempo de Dios es perfecto y si aún no te cumple tu petición es porque está esperando el momento indicado y por lo tanto, es necesario que esperes.
Por último no te olvides de escuchar siempre esa voz que te dice al oído que debes hacer las cosas bien, ese es el Espíritu Santo protector, el te guiará para que actúes como le agrada a nuestro Señor y eso no tiene precio.