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Los juegos de azar no son nada nuevo, de hecho se registran desde el 2600 A.C. ya se desarrollaban los juegos lúdicos. Hoy en día persiste el debate entre si es una actividad normal, o incluso un deporte para muchos, o si se trata de algo aborrecido por nuestro Señor.
Aunque cada quien es libre de ver cada cosa de nuestro mundo como mejor le parezca, la única verdad absoluta es la palabra de Dios, y por si te lo preguntabas, tiene una postura muy marcada sobre lo que implican los juegos de azar y pecados respecto a los juegos de casinos.
En la Santa Biblia, más puntualmente en Lucas 12:15, podemos leer lo siguiente: “Guárdense de toda suerte de codicia” si bien esto no menciona de forma específica a los juegos de casino, sí nos indica que estos son vistos como un pecado por ser la codicia la que lleva al hombre a apostar sus bienes en este tipo de actividades.
¿Por qué los juegos del azar son considerados pecados por la Biblia?

Además de la codicia, hay un par de pecados respecto a los juegos de casinos de los que Dios nos habla a través de su palabra en la biblia, uno de ellos es el de apartarse de la creencia de Dios como única y suprema fuerza universal capaz de alterar nuestro destino, en su lugar, comenzamos a depender de creencias paganas como la suerte, los amuletos y hasta la brujería para atraer suerte.
El deseo de ganar y hacerse con el dinero y bienes de otros, conduce al espíritu a la corrupción, esto lo podemos leer claramente en “1 Timoteo 6:9” donde nos encontramos con la siguiente palabra: “Porque los que desean enriquecerse caen en tentación y trampa, y en muchas pasiones insensatas y dañinas que hunden a los hombres en ruina y perdición”
Hasta ahora, tenemos como principales pecados relacionados a los juegos de casino la codicia y la avaricia, pero incluso estas son dos faltas menores comparadas con la degradación de Dios a un segundo plano. Es decir, hacer a Dios a un lado para dar prioridad en nuestra alma y corazón a la ilusión de poder ganar dinero fácil.
Y… ¿Qué pasa con quienes solo ven los juegos de azar como una diversión y no piensan en el dinero?, pues en este caso estas personas también caen en falta con nuestro Señor por el hecho de que su participación en dicha actividad promueve a su vez la participación de sus prójimos hacia la tentación.
No se puede amar a Dios a los bienes materiales al mismo tiempo, es por esto, que en la Biblia se considera un pecado los juegos de casino. En resumen, ya sea que se participe con la intención de poder tener más dinero o solo para divertirse, estas prácticas son aberrantes al igual que cualquier otra actividad que incite la codicia, la avaricia y el desconocimiento de Dios como principal guía y camino para obtener todo aquello que en la vida queremos.